La evidencia sostiene que “La alimentación es una herramienta que puede ayudar a los pacientes con dolor crónico”(1). El dolor crónico es una enfermedad a nivel mundial(2,3). En Chile, Durán y colaboradores reportaron que un 34,7% de la población sufre de dolor crónico no oncológico (6). En 2023 se reportó que un 3,3% de las personas padece de fibromialgia y un 12% padece de neuropatías en Chile (5). Lo cual, representa un costo laboral, social y económico importante (6). Al respecto en Chile, 1 de cada 3 chilenos mayores de 18 años presenta dolor crónico, con un costo terapéutico para el país de 0,342% del PIB (6,7). Por lo tanto, el dolor crónico representa un problema prioritario de salud pública que necesita ser abordado desde diferentes aristas multidisciplinarias (3). Dentro de las diferentes áreas de tratamiento para abordar el dolor crónico, se encuentra la nutrición(8). Sin embargo, la intervención o tratamiento nutricional integral en la persona con dolor crónico, aún no se encuentra totalmente reconocida y normada en Chile, pese a su importancia. Sin embargo, se ha incorporado de manera silente a los tratamientos, y en diferentes instituciones médicas, a diferencia de otros países como Italia donde la labor del nutricionista se encuentra reconocida dentro de la atención del paciente con dolor crónico(9).

Actualmente el tratamiento farmacológico, representa para la persona con dolor crónico, una oportunidad de mantener su calidad de vida en conjunto con la atención kinésica, psicológica y alternativa, entre otros. Sin embargo, mediante la nutrición, y la suplementación nutricional en conjunto con el abordaje actual, se proyectaría una mejor calidad de vida en quienes padecen dolor crónico(8). A través del tiempo la labor del nutricionista ha ganado más atención como un factor relacionado a la modulación del dolor (10). Recientemente en el año 2020, la Asociación Norteamericana para el Estudio del Dolor (IASP) reconoció la importancia de la intervención y estrategias nutricionales, las cuales han mostrado reducir significativamente el dolor(10). Por lo tanto, el abordaje nutricional contribuiría de manera fundamental dentro del tratamiento e intervención multidisciplinaria.

Los cambios implementados se pueden clasificar según la evidencia, como se presenta en la figura 1:

• Alimentación general saludable.

• Recomendaciones nutricionales básicas para el dolor crónico.

• Recomendaciones nutricionales complejas para el dolor crónico.

• Terapia médica- nutricional personalizada (10).

FIGURA 1: Nutrición en el ámbito del dolor crónico en la práctica. Extraído de Elma, 2022.

En resumen, el dolor crónico constituye un problema de salud pública en Chile y el mundo, que impacta directamente la economía y salud de quienes lo padecen como también de su entorno. Por lo tanto, se hace imperioso la inclusión del abordaje nutricional dentro del tratamiento integral de personas con dolor persistente en un contexto multidisciplinario con el fin de mejorar su salud y calidad de vida.

Bibliografía

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2. Organización Mundial de la Salud. Clasificación Internacional de Enfermedades, 11.a revisión (CIE 11). Https://IcdWhoInt/Es/. 2022;

3. Margarit C. La nueva clasificación internacional de enfermedades (CIE-11) y el dolor crónico. Implicaciones prácticas. Rev la Soc Esp del Dolor. 2019;26(4):209–10.

4. Zitko P, Bilbeny N, Balmaceda C, Abbott T, Carcamo C, Espinoza M. Prevalence, burden of disease, and lost in health state utilities attributable to chronic musculoskeletal disorders and pain in Chile. BMC Public Health. 2021;21(1):1–9.

5. Durán J, Tejos-Bravo M, Cid V, Ferreccio C, Calvo M. Chronic pain in Chile: first prevalence report of noncancer chronic pain, fibromyalgia, and neuropathic pain and its associated factors. Pain [Internet]. 2023 Aug;164(8):1852–9. Available from: https://journals.lww.com/10.1097/j.pain.0000000000002886

6. Bilbeny N. Chronic Pain in Chile. Rev Medica Clin Las Condes [Internet]. 2019;30(6):397–406. Available from: http://dx.doi.org/10.1016/j.rmclc.2019.08.002

7. Bilbeny N, Miranda JP, Eberhard ME, Ahumada M, Méndez L, Orellana ME, et al. Survey of chronic pain in Chile - Prevalence and treatment, impact on mood, daily activities and quality of life. Scand J Pain. 2018;18(3):449–56.

8. Brain K, Burrows TL, Rollo ME, Chai LK, Clarke ED, Hayes C, et al. A systematic review and meta‐analysis of nutrition interventions for chronic noncancer pain. J Hum Nutr Diet [Internet]. 2019 Apr 7;32(2):198–225. Available from: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jhn.12601

9. Sarzi-Puttini P, Giorgi V, Marotto D, Atzeni F. Fibromyalgia: an update on clinical characteristics, aetiopathogenesis and treatment. Nat Rev Rheumatol [Internet]. 2020;16(11):645–60. Available from: http://dx.doi.org/10.1038/s41584-020-00506-w

10. Elma Ö, Brain K, Dong HJ. The Importance of Nutrition as a Lifestyle Factor in Chronic Pain Management: A Narrative Review. J Clin Med. 2022;11(19).